9,18 es el nombre de mi álbum -por ahora- más reciente. Estará a disposición a partir del 25 de Junio de 2018.
El enlace para oír 9,18 en Bandcamp estará activo desde la fecha señalada
En este caso se trata de lo que he llamado «música ambiental incómoda». En general se entiende por música ambiental aquella que es compuesta con el expreso fin de servir como sonido de fondo mientras otras actividades están ocurriendo. Mientras se aguarda en una sala de espera, mientras se visita una exposición, mientras se asiste a una fiesta, etcétera.
La música ambiental generalmente ha sido un género tratado descuidadamente, ya que se supone que bastaría conque se tratase de algo suave que no concite demasiado la atención. El mentís a tal postura es posiblemente el monumental trabajo de Brian Eno «Música para aeropuertos».
En mi caso, desde hace mucho venía pensando cómo sería una música ambiental que a mí me gustase componer. Tal sugestión partió de oír la paródica «Bienvenida de Kalibunga y Tobogán» de Riki Musso, que está en el disco «Canciones del Corazón» que el Cuarteto de Nos sacó allá por 1991. Mi primera convicción -coherente con el creer que hago principalmente música que pudiera ser adecuada para películas de terror- fue que sería interesante hacer música ambiental incómoda. Música creada para actuar como fondo sonoro pero no desde la complacencia, sino para alternar ésta con desafíos a los hábitos auditivos.
En la primera parte del 2018 estuve repasando la música de Eno, y también los soundscapes de Robert Fripp, y utilizando mi experiencia como oyente para los sonidos de fondo en varias de las composiciones de un disco que sigo preparando, cuyo título de trabajo es L, pero al que aún le falta mucho para estar pronto, y que tiene algo que ver con algunas de las pistas usadas en mi disco anterior CV. Además hace pocos días recordé algún intento muy tosco de hacer música en una computadora allá por fines de los años 90, para lo cuál trataba fragmentos de archivos wav con las pocas distorsiones que tenía a mano. Finalmente, en los primeros días de junio del 18 estuve oyendo mi primer disco IX. Y ahí surgió la idea.
9,18, está construído en casi su totalidad con pequeños fragmentos tomados de diferentes composiciones incluídas en IX. Ellos fueron reprocesados de distintos modos, usándose con un criterio que no he dejado de pensar como más plástico que sonoro.
Por eso las tres composiciones largas del disco (Exhibición, Exposición, Imposición) funcionan en términos de simetría y distribución del material, más que en términos de un desarrollo de concepciones musicales. Se trata de acontecimientos sonoros que comienzan y cesan.
La otra composición, Inhibición, es un tema compuesto especialmente para 9,18, para piano solamente, realizada en MuseScore, desde dónde produje una pista MIDI la que luego se convierte tratada adecuadamente en la pieza de la que hablo.
Los sobres una vez más, son realizados a mano por mí. Cada uno incluye un pliegue con información sobre el disco y una fotografía. Pero no todos los discos tienen la misma, se trata en cuatro fotografías diferentes.
Los sobres estarán todos firmados y numerados, siendo el total de la tirada de 200 ejemplares máximo (máximo 50 con cada fotografía de portada). Quién desee una copia física, en los departamentos de Canelones y Montevideo del Uruguay, puede comunicarse conmigo por este medio, o por mi página en Facebook. El precio del disco lo he fijado en 270 pesos.
Si usted vive en otra parte lo invito a adquirir una copia digital en Bandcamp.
Y si no puede pagarlo, comuníquese conmigo y le haré llegar un enlace de descarga.
Guillermo Uria 